Emociones en familia

12 junio, 2020

Los cuidados que ha generado la pandemia actual, han fomentado en nuestros niños y adolescentes cambios en su día a día. Es así como nos encontramos frente a una situación que puede generar diferentes emociones iniciando por el miedo, y desencadenando en estrés, ansiedad, desesperanza, entre otros, ya que es una realidad fuera de lo normal, pero, aunque es así, nuestras emociones son totalmente normales, y es donde se hace necesario reconocer que cada una de ellas tiene una función en nuestras vidas, con un valor adaptativo. Hablamos entonces no de emociones positivas ni negativas, pues cada persona tiene derecho a sentir y expresar sus emociones sin encasillarlas como posibles o no. El punto crítico está en la expresión desde el cuidado del otro y de uno mismo. Es entonces, donde cada uno en función de su historia, despliega las estrategias para enfrentar lo que se presenta en su rutina. Y es aquí, donde los padres se convierten, en un modelo para sus hijos, que representara la forma en que ellos mismos enfrenten su realidad propia, teniendo en cuenta su personalidad y características propias.

Por eso, es necesario reconocer nuestras emociones como padres de familia y/o cuidadores, ya que muchas veces tratamos de mostrar que todo esta bien, pero hay muchos temores y emociones que aguardan ante cada situación. El papel del padre de familia es generar primero un autocuidado para apoyar a los que se encuentran a su cuidado, de dialogar y expresar lo que sentimos sobre lo que esta pasando y generando así una red de apoyo familiar.

Los niños necesitan seguridad, pero entregar seguridad no es que el niño este siempre tranquilo. Dar seguridad es ver que el padre o la madre de familia también tienen emociones. Es importante comunicarnos con nuestros hijos, sin tenerlos en una burbuja alejados de la realidad. Los niños aprenden de las reacciones de sus padres. Compartir emociones y expresarlas en familia, permite que lo niños tengan claridad de lo que esta pasando y se fomente el apoyo familiar, pues no hay dinámicas familiares ideales, si a eso pretendemos llegar.

Ante lo anterior se recomienda:

1. Revisar la cantidad y calidad de información que se comparte en casa.

2. Hacer énfasis en las oportunidades y aspectos positivos de la situación que estamos viviendo.

3. Conocer la realidad en la que nos encontramos y seguir atentamente con los protocolos de bioseguridad.

4. Fomentar la solidaridad y empatía, ayudando a los demás.

5. Dialogar acerca de la prevención desde el hogar.

6. Autocuidado: fomentar la comunicación en familia, compartir actividades juntos, realizar actividad física y organizar una rutina.

7. Expresar nuestras emociones.

Referencia: Millar, F., (2020). A cuidar a los menores.

El Tiempo. Recuperado de: https://www.eltiempo.com